Estas concepciones erradas sobre el budismo, hacen que el José Budista tenga abonado el terreno, tanto si es no manifiesto. De la ignorancia vive el José Budista, tanto de la propia como de la ajena. La suya le impide ver donde se equivoca y cree, malamente, estar siempre en lo cierto. Y la ignorancia de los demás hace que inocentemente caigan en los mismos errores que él y solo realimenten más la madeja de confusión. Justamente el capítulo once, “Argentino o ignorante?”, trata sobre un caso puntual al respecto, lo que podríamos llamar un estudio de caso.
Tanto el capítulo doce como el catorce, “Los mil y un budismos” y “Muchos budas, muchos budismos”, tratan sobre las diferentes escuelas que el budismo tiene. Hecho que solo ha logrado enlodar más la imagen del budismo para el público en general. Diversas corrientes del budismo, algunas contradiciéndose unas con otras, alegan las más heterodoxas prácticas y creencias, mostrando al planeta un idea confusa sobre el budismo. Esqueletos en una stupa, vegetarianismo en algunos y no en otros, convierten esto en una gran ensalada. Con lo cual, no podemos culpar a quien llega al budismo tocando de oído, que tenga semejantes preconceptos. Esto es verdaderamente un dragón de mil cabezas que no deja entender un ápice. Es necesario un buen departamento de comunicación y relaciones publicas. Gakkai lo tiene al parecer, por lo menos los budistas de SGI tienen claro que practican y lo pueden informar a los que no pertenecen a esta institución. Es por esto que en el capitulo catorce se trata el tema de los “budismos” y no del “budismo” como uno solo. Tal como se trata a las diferentes corrientes de psicología, algunas con objeto de estudio tan diferente que niegan que exista el de otra corriente distinta, algunos niegan la existencia de mente y otros no toman en cuenta la conducta, por ejemplo. El budismo, y acá hacemos una referencia somera que engloba toda esta serie de corrientes tan diversas, tiene ese mismo problema. Estas diferencia residen en la gran cantidad de países en que se propagó el budismo, en las distintas épocas en que lo hizo. Pueden llegar a existir tantos budismos como grupo de personas hay reunidas hablando de él, o tantos diferentes como personas haya.
Atravesando por otro eje, los temas del Antibuda original, debemos saltear varios capítulos para llegar al último que trata el tema de los Mitos del budismo. Y este es el veinte,“ La desfiguracion de Gautama”, mitificación cuyo origen veremos a continuación. El mismo nace de la confusión de Buda-persona con Buda-estado del ser humano. Al ser el más elevado de los estados, como dice el Sutra del Loto que todos podemos alcanzar, existen numerosos e infinitos budas. Tanto en este como en otros mundos, esto según la mitología budista, la verdadera no confundir con la del vulgo. Esas son preconcepciones, no mitología propiamente dicha. Al haber muchos budas, con que haya unos cuantos en este mundo, los tenemos de distinta forma. Por esto y por una pereza mental, Maitreya es para algunos lo mismo que Siddartha. Esta igualación paupérrima, hizo que al lego le llegue más distorsionado todavía. Haciendole creer que el príncipe Siddartha era pelado y gordo, riéndose todo el tiempo. En verdad, ese buda, o concepción de buda, pertenece a China. Refiere al ideal de felicidad que los chinos tienen, o tenían en la época que hicieron esas imágenes originalmente. Y a todo esto, le tenemos que sumar el factor malintencionado de algunas personas que quieren denostar las creencias que no son suyas, para salvar las propias. El budismo no es una religión que se haya propagado a raíz de la conquista, ni aun hoy lo hace, pero si otras religiones. De las cuales sus creyentes no dudan en desestimar, burlarse, calumniar, perjurar, manipular y basurear al budismo. Si por el otro lado, tenemos que budistas que pasan por alto los ataques por no ser agresivos, en un estilo hippie extremista, creo que no vamos a mejorar nada esta mala fama o imagen, más claramente. Imagen distorsionada, sería el término correcto. No es cuestión de salir a combatir las calumnias con los mismo métodos, sino de no dormirse en la pasividad y salir al mundo a contar nuestra verdad, no que la cuente cualquier otro que estará mintiendo para sentirse mejor con su propia religión.
El antibuda.